lunes, 14 de mayo de 2012

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos. Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella. Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo, os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más. Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz, pero no pasará un solo día en que no deseéis que estuviera aquí para perturbaros.




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